Carnaval ñuu savi y danza de los tejorones
La danza de los tejorones es característica de la Mixteca de la Costa. En tiempos de Carnaval, Huazolotitlán se prepara para recibir a estos seres ancestrales ataviados con ropas negras y máscaras rosa, negras o de varios colores según la costumbre de cada pueblo.
En Huazolo, los tejorones portan máscaras negras con líneas blancas en la frente y sombrero de vaquero, cubren sus cuerpos con pantalón de mezclilla y saco negro. Danzan con María Candelaria y María Teresa, más conocidas como las chanihuelas, seres de máscara rosa que lucen expléndidos y anchos huipiles de boda, que agitan y agitan para mantener viva la lumbre del infierno. Según narraciones locales, los tejorones son los hijos de las chanihuelas, su color ennegrecido recuerda la chamuscada que vivieron al atravesar el fuego que protege las puertas del inframundo, ese que con tanto ahinco cuidan las chanihuelas.
En la danza también participan otros personajes: los chanihuelos o esposos de las chanihuelas, y Calistro y su ayudante. Estos dos últimos, guían el zapateo y bamboleo de los tejorones al son de la guitarra, el violín y las sonajas o chin chi. A la par, los protegen, ya que aunque los tejorones son diablos, también son presas, presas del fértil y sediento tigre, a quién persiguen y tras múltiples intentos logran matar.
Calistro y su ayudante son avezados cazadores, con riata en hombro y escopeta en mano cazan a la iguana y al tejón; buscan huevos de tortuga; y atrapan y capan a bravíos toros. En todas estas hazañas los acompaña un burro y un perrito, quienes gozan sus triunfos y reciben juetazos ante cualquier tropiezo. Los tejorones también beben tepache, coquetean con las muchachas del pueblo, echan chistes, pelean y se revuelcan en el polvo.
Todas estas escenas cotidianas son recreadas en los juegos de los tejorones, vívidas presentificaciones de las relaciones multiespecies entre seres ancestrales, humanos y animales/nahuales en la Mixteca de la Costa.

Historia de la danza
En
una cueva localizada en el barrio de Ñukahua, comenzó la tradición
de los Tejorones cuando un día se escucharon los sones, cuentan que:
Juan García, que era uno de esos topiles. Que allí en esa piedra vieron que se pegó. Que según iba a hacer del baño según, pero ya no lo volvieron a encontrar. Lo buscaron, dice, pero no. Al tercer día apareció. ¿Y cómo le hizo? si aquí en el pueblo no había nada. A pie tenía que ir hasta Pinotepa, a Jamiltepec, se iban a pie hasta Oaxaca! Hasta Oaxaca.
Juan García describió el interior de la cueva como una gran plaza llena de gente con máscaras que hablaban diferente idioma. Sólo uno hablaba el ñuu savi y ese le enseñó después de darle algo de tomar que le limpió totalmente la mente, lo que permitió aprender eficazmente. De la misma forma que apareció el sonido en la caverna, salió la Chanihuela, la apoderada de los tejorones, con una máscara de color rosa y con los pómulos rojos debido a la luz que la quemaba. La Chanihuelas, personajes centrales de la danza, son dos mujeres vestidas con la indumentaria de boda de la mujer mixteca, una está casada y la otra se va a casar. La primera es llamada María Candelaría, quién dirige con su sonaja, el chin chin, todos los comienzos y finales de los sones; y la segunda se nombra María Teresa quien es soltera, al bailar mueven como alas las anchas partes laterales del hermoso huipil bordado con una águila bicéfala que tienen serpientes en el pico y dos gallos en el pecho, movimiento que azuza el fuego del infierno del cual son responsables, de ahí que sus máscaras sean rosadas y chapeadas por el calor de la lumbre, al igual que las máscaras de sus maridos los dos Chanihuelos. Alrededor de la hoguera las decenas de Tejorones bailan en círculo, el humo les tiñe el rostro y por eso son negros. Entre los Tejorones hay básicamente dos tipos de máscaras, la mayoría está pintada desde los ojos hasta la barbilla de negro, la frente de blanco tiene marcadas arrugas talladas en la madera, de labios rojos y una S pintada de cada lado, que son las orejas, todas tienen facciones diferentes, pues se dice que son retratos de los danzantes, con rasgos que denotan la inmensa mezcla cultural de la región, pero algunas son distintas pues están totalmente pintadas de negro y son talladas con los rasgos de los estereotipos de las facciones de las personas afrodescendientes.
Chanihuela
se traduce como abuela, su voz ulula como el viento, se dice madre de
los Tejorones, es la mayor autoridad de la danza, quién además de
iniciar y terminar cada son, es quien recibe todos los beneficios de
las actividades productivas de los Tejorones y sus capataces, dos
personajes llamados Calistro y Reata. Los
relatos que se cuentan en los juegos tienen como ingrediente básico
la muerte y la vuelta a la vida, de manera jocosa con alusiones
sexuales, en las historias entre los Tejorones y los animales alguien
muere y revive, ya sea el toro, el tigre, el hijo, el cantinero, el
marrano, etc. El primer verso que dicen María Candelaria y su esposo
el Chanihuelo en el patio de la casa del mayordomo de San Nicolás
para dar comienzo a la danza es: estamos
aquí de vuelta, hemos revivido, ya revivió el mundo, todo,
lo que quiere decir según sus propias palabras la renovación, ya
venimos a trabajar.
Cuentan que cuando agarran a Jesucristo y ya lo van a matar, Pilato quiere celebrar, por lo que dijo: sáquenmeun poquito de personas, aquí vamos a celebrar la fiesta de que ya lo tenemos, lo tenemos detenido, y ahí empezaron a bailar delante donde tienen encarcelado Jesucristo,dicen refiriéndose a los Tejorones. Lossegundos en la jerarquía de la danza, entre los Chanihuelos y los Tejorones, son Calistro, quién trae rifle y un largo bastón en forma de gancho, y la Reata, personaje que se define por portar una cuerda para lazar; ambos dos son los capataces, jefes segundos que manejan y controlan a todos los animales, es decir que dirigen las coreografías de los juegos después del inicio marcado por María Candelaria.
Calistro es generalmente el personaje principal de los juegos en los que interviene decididamente con su rifle, su gancho, además de la pluma y el cuaderno con el que lleva las cuentas de los animales. No es posible hacer todos los juegos, algunos toman todo un día para narrar una secuencia completa y nunca da tiempo de presentar todos en un mismo carnaval; además algunos se han dejado de hacer y otros siempre se están retomando. En Huazolotitlán hay cuatro grupos de danza, uno del barrio Ñukahua, dos de Barrio Grande y otro de Barrio Chico, de entre 30 a 70 danzantes cada uno. Cuando un grupo de danzantes presenta un juego, hay otros tres que se llevan a cabo simultáneamente en otro lugar del pueblo, lo cual forma parte de la dinámica sin un orden aparente. Los juegos más comunes son los del conejo y el tecolote, del tigre, del toro, del chivo, de las tortugas y los moscos, del zopilote, del tepache y la marcha, la pantomina, el aguardiente, los macheteros y la novia, el guajolote, el gallo viejo.
Dichos juegos, en definición de los propios tatamandones, tratan sobre la dominación al animal que representa al juego y la propia naturaleza, que hubo y sigue habiendo. Cada pieza son rituales, es el juego.
Vídeos
Danza de los tejorones año 2020
Producción, dirección y guión: Consejo de tatamandones de Santa María Huazolotitlán.
Cámara y edición: Natalia Gabayet.
Apoyo en la producción: Presidencia Municipal de Santa María Huazolotitlán.
Juego de la marcha
Producción, dirección y guión: Consejo de tatamandones de Santa María Huazolotitlán.
Cámara y edición: Natalia Gabayet.
Apoyo en la producción: Presidencia Municipal de Santa María Huazolotitlán.
Juego del tigre
Producción, dirección y guión: Consejo de tatamandones de Santa María Huazolotitlán.
Cámara y edición: Natalia Gabayet.
Apoyo en la producción: Presidencia Municipal de Santa María Huazolotitlán.
Juego del tepache
Producción, dirección y guión: Consejo de tatamandones de Santa María Huazolotitlán.
Cámara y edición: Natalia Gabayet.
Apoyo en la producción: Presidencia Municipal de Santa María Huazolotitlán.